Las conocidas muelas de juicio
o más correctamente denominadas tercer molar. Son una fuente de problemas para
muchas personas. Hoy en día, son pocos los adultos que conservan sus 4 muelas
de juicio y que no han tenido problemas con ellas. Existe una proporción de la
población que directamente no posee estos dos pares de molares, lo cual
probablemente les suponga un ahorro de problemas, ya que la gran mayoría de los
que posee estos terceros molares sufren problemas causados por ellos.
Al tratar de salir las muelas
del juicio se suelen inclinar, proyectándose sobre el molar anterior y causando
caries, desmineralización y erosión o desgaste en el margen posterior del
molar. En estos casos muchas veces se opta por la extracción de la muela de
juicio para evitar la reaparición del problema.
En otras ocasiones las muelas
de juicio pueden ocasionar daños en el nervio, quistes, tumores en la boca y
hasta deformaciones en el rostro (por acumulación de alimentos). Cuando solo
sale una pequeña parte de la muela de juicio, se suele formar una bolsa en la
encía donde se van acumulando restos de alimentos; esto suele conllevar una inflamación
que puede extenderse hasta la mejilla interna o los ganglios del cuello. Esta
infección se conoce como pericoronitis.
Desde LB Clínicas recomendamos
una vigilancia especial a las muelas de juicio, porque no suelen traer buenas
noticias cuando aparecen.